miércoles, 24 de agosto de 2011

HERBERT QUINTEROS

El chamán de la música y los icaros transculturales

Por: Ronald Rivera

Herbert Quinteros Flores, nació en la ciudad de Tarapoto – Perú. Además de músico, desde hace más de 15 años es también sanador. Ha aprendido de las plantas maestras junto a los maestros curanderos amazónicos de las etnias: Shipibo, Cocama, Asháninka, y Quechuas Mestizos. Alimentado por nuestra milenaria tradición y por sus múltiples viajes por diversas geografías nacionales e internacionales, ha ido adquiriendo su propia forma de trabajo sanador y expresión musical.

Entre una variedad de instrumentos musicales ancestrales y modernos, Herbert Quinteros entona y ejecuta la quena andina, la zampoña de cañas vegetales y la zampoña de plumas de cóndor, el charango, y una variedad de tambores, con los que compone sus cantos y música medicinales.

Desde hace un año, ha constituido “Katari Center”, un espacio en la selva urbana del de la Región San Martín, donde realiza una variedad de prácticas de medicina tradicional, alternando su música, sus cantos, con la labor de partera tradicional de su novia argentina, Carla Vidal.

“Katari” significa “serpiente” en el idioma indígena Aymara, y como tal, su centro reivindica los saberes autóctonos y promueve un respetuoso uso de la naturaleza. Quinteros ha estado de visita en Pucallpa, las primeras semanas de Julio 2011, para internarse junto con su novia, en la comunidad nativa de Don Benjamín, un ilustre ayahuasquero shipibo, con quien compartió experiencias y conocimientos milenarios, durante 10 días.

La carátula de su último disco “Icaro” reza que “Los antiguos sabios de esta tierra conocían el uso shamánico y ritual de la música, más ese conocimiento sigue vigente, activo en el presente. . .” Herbert Quinteros expresa muy bien esta fuerza chamánica a través del canto-medicina, por ejemplo en sus temas: “Mariri”, donde la energía de la guitarra y el charango, junto con el sonido dulce de las flautas y la voz aguda de Herbert, expresan un mantra-cántico. Un sonido, una musicalización, un concepto armonizador. En el tema “Agüita de Puquio”, escuchamos un canto andino muy arrullador, bien marcado por el ritmo de la saya, cuya letra pregona que en las noches de luna llena, ayahuasquita tomaremos para curar nuestros cuerpecitos, y por estas bendiciones, dancemos y bailemos con alegría, agradeciendo a la tierra que nos cura con sus medicinas. Tanto la voz de Herbert que suena muy tierna, como si entonara una canción de cuna, como la vibración dulce de su charango, constituyen una agradable armonía. El tema “Yajé”, vocablo colombiano con el que se nombra a la ayahuasca, suena a canto sacerdotal quizá de África o medio oriente. Este tema, también es un mantra, y el sonido de la quena juega con el silbido y la repetición prolongada de la palabra yajé, además de la pegajosa percusión dancística, componen un ritmo que sin duda desbloquea tensiones emocionales. Las composiciones y arreglos de Quinteros, forman parte de la milenaria tradición de la música y el canto chamánico amazónico, que en el presente adquiere cobertura mundial y transculturalidad.
Herbert Quinteros, Carla Vidal y Ronald Rivera
A su paso por Pucallpa, aprovechamos la oportunidad para compartir una grata conversación con él, y la degustación de un delicioso helado de guanábana, en pleno centro urbano de la Tierra Colorada.

ENTREVISTA A HERBERT QUINTEROS

Ronald Rivera: Herbert. Gusto de tenerte en Pucallpa. Por favor, háblanos de todo el arte que has venido haciendo en estos últimos años.

Herbert Quinteros: Bueno, primero te agradezco por la entrevista. Estamos aquí nuevamente, siguiendo este proceso de aprender a desaprender. Siempre tratamos de encontrar la esencia de la música, de los abuelos, de los tíos, de la raíz cultural que todavía sigue viva. Y lo que hemos venido haciendo en estos últimos años, o meses, hemos ido recopilando algunos cantos para sanación, y haciendo música para una película que se llama “Camino de Serpientes”. Es una película dedicada a todos los indígenas que comen peyote en sus formas rituales y tradicionales de la cultura mechica y huichol en México. Estas comunidades mexicanas trabajan con esta medicina, y nosotros hemos aportando, simplemente, siendo un canal, un instrumento musical.

Ronald Rivera: Háblanos un poco más sobre la música que has grabado para la película “Camino de Serpientes”?

Herbert Quinteros: Este proyecto nació el año 2007, junto con una amiga mía, Laura Magañez, que es cineasta y trabajó como directora para varias productoras, y ya había hecho otra película sobre la cultura huichol. La película relata cómo se llevan indígenas huicholes de México a Japón para hacer ceremonias con peyote. Inicialmente, los japoneses comen peyote como diversión, pero luego se llevan una sorpresa, porque la experiencia va más allá de una diversión, la experiencia resulta un gran aprendizaje, un entendimiento del yo interior de cada uno, a través de este cactus sagrado de la cultura tradicional mexicana. La película exhibe también los paisajes donde se desarrollan las ceremonias de sanación, con la participación de los abuelos del norte, los indígenas Lakotas, Sioux. Los chamanes se reúnen para transmitir sus saberes, compartir la danza del Sol, y otras formas tradicionales de medicina de estas etnias. Hemos tratado que la música que hicimos, sea acorde a las escenas que transmite la película. Cuando se muestra una montaña, suena una quena totalmente montañosa. La quena expresa esa atmósfera, y la gente al ver el paisaje, siente estar dentro de la misma. Es una quena que suena como la geográfica, ligada a la montaña donde crece el peyote; es un sonido especial. Le película va a estar lista para diciembre de este año.

Ronald Rivera: Empecemos a enumerar los nombres de los discos que tienes publicados hasta el momento. ¿Cuál es el primero?

Herbert Quinteros: El primero es “Sachamaman”, que contiene cantos sonadores acompañados con instrumentos precolombinos, como las flautas dobles y las flautas de los indios americanos. Tuve como invitado a Tito La Rosa en algunos temas del disco, y a mi amiga argentina Jazmín, que canta dos temas. Después hice un disco que se llama “Ofrenda”. Es una ofrenda quería hacer a la Tierra, al Universo. Son cantos de sanación y música instrumental con guitarras y charango. Luego, junto con Tito La Rosa, grabamos el disco “Ayawaska, La Otra Orilla”. Un proyecto muy interesante sobre icaros y música para acompañar las ceremonias rituales. En este disco, hemos tratado que el icaro no sea musical, sino que mantenga su esencia y su profundidad. Lo que queríamos transmitir con este disco, era simplemente tejer la vibración del sonido con la intención del icaro. Y se siente que no suena a música, se siente que es un acompañamiento, o una cama del canto sagrado. Finalmente, acabo de grabar el disco “Icaro” con ocho temas, que es una recopilación antropológica de cantos de varios maestros, de varios curanderos de la Amazonía peruana, y dos cantos míos también. Tratamos de rescatar los cantos en su forma originaria o tradicional, en su mismo idioma y con su misma vibración que se están perdiendo.

Ronald Rivera: Tú has empezado haciendo música latinoamericana en la Región San Martín, luego has ido incorporando los sonidos de tus antepasados, la música ceremonial, chamánica, los icaros, y ahora hemos visto que estás viajando a distintos países como México y la India. ¿Estos viajes están haciendo, de alguna manera, madurar tu música, tus composiciones, tus tonalidades? Cuéntanos sobre estos nuevos matices que podría estar expresando tu música.

Herbert Quinteros: Yo creo que en todo el mundo vibra el sonido. En cada persona y en cada espacio vibra la energía de la música. Lo que yo hago, es tratar de entender toda esta música, no con la mente sino con el corazón. Cada persona, cada cultura y cada música, me van enriqueciendo interior y personalmente. Cuando llego a un lugar nuevo, trato de ser el más silencioso de todos, aunque comúnmente no lo soy. Entonces este tipo de vibraciones, formas, o musicalizaciones van incorporándose en mis formas también, porque me abren a nuevas perspectivas, a nuevas formas, a nuevas puertas para compartir con ellos lo que están expresándome. Entonces un mantra, un icaro, o un canto de medicina, va teniendo más esencia, se hace mucho más fuerte, se va compenetrando más y más, no solamente en la mente, sino también en el corazón, con la vibración universal.

Ronald Rivera: ¿Cómo ha recibido tu música la gente de otros países, de países lejanos a los que has llegado?, ¿Qué reacciones percibiste cuando escucharon tus cantos sanadores, tus icaros?

Herbert Quinteros: Es muy interesante la experiencia porque han descubierto, o han entendido, no con la mente sino con el corazón, que hay vibraciones que pueden abrir puertas profundas, que la vida cotidiana ha bloqueado. De estar mirando con los ojos, empezaron a mirar con el corazón, y han podido entender y vibrar con el llanto, que puede expresar cosas profundas de alegría o de éxtasis, porque la música que hacemos, la tocamos con el corazón, con los huesos, y por esto es otro lenguaje, es un lenguaje que no tiene estructura ni idioma; va más allá del idioma, totalmente

Ronald Rivera: ¿Y qué te trae a Pucallpa?

Herbert Quinteros: Bueno seguir aprendiendo. Como te dije, en este proceso de aprender a desaprender que es un proceso que no acaba nunca, y vengo a visitar a los maestros.

Ronald Rivera: Hablemos de “Katari Center”, tu centro de sanación. ¿Cómo está funcionando?, ¿dónde está ubicado?

Herbert Quinteros: Este centro ya tiene un año. Es un centro de medicina tradicional y rescate de saberes indígenas. Nuestro objetivo es rescatar las formas tradicionales de trabajar con las plantas medicinales que se están perdiendo y reforestar para superar el peligro de extinción. Trabajamos con algunos indígenas sabios, y yo participo con mi música como sanador y también director del centro, junto con Carla Vidal, mi novia que es sandora, vinculada a la energía del relki. Carla es partera, y juntos vamos tejiendo formas. Para mí es importante tener una compañera porque forma parte de nuestro crecimiento, de nuestro entendimiento. Ella es un espejo más, con quien se puede compartir a profundidad la esencia del amor, que es lo que nos mantiene vivos y por eso estamos aquí.

Ronald Rivera: Amigo Herbert Quinteros, gracias por tu música y gracias por tu visita a Pucallpa. ¿Algo más que quieras agregar a estar entrevista?

Herbert Quinteros: Solamente decir, a la gente que va a leer esta entrevista, que trate de entender el conocimiento de la raíz, con todo el respeto posible de estas tradiciones milenarias.